El cuadro de Monet
El dinero, la política, el prestigio del nombre, la vocación soñada y el destino planificado de antemano, el deseo de libertad y las ataduras propias de la familia, con sus cuidados, sus aprehensiones, las personas amadas y todas las esperanzas fijadas en ellas, los desafíos de la vida, tan simple como compleja que es como se presenta a un adolescente; los giros inesperados, las decepciones, la escurridiza felicidad… el encuentro final con uno mismo. Todas estas situaciones van matizando esta historia, que como verá el lector, se convierte en varias versiones de hechos y personas concretos que conocemos, y acaso nosotros mismos nos veamos reflejados en nuestra circunstancia actual, o acaso mirando en el retrovisor de nuestra añorada juventud.