Tendaguaikove
Tovatimava iba replegándose, generando llaves arcillosas que abrían puertas de posibilidades en el Opahupaika. Esto le entretenía, le otorgaba satisfacción... El Núcleo Arcilloso tenía control sobre la realidad, lo que acariciaba su pasión, haciéndole entender que su existencia era bien administrada. Así tan solo restaba esperar el fin de esa historia con pretensiones de armonía, vigorizando el ánimo ante el sueño de perpetuidad.
Esta obra no es más que una contribución al propósito del Tovatimava; es una pieza de la gran historia del Arapyopaika. La noción de mortalidad determinará los pasos a seguir...