Crónica del Cadete y el Capitán
Una muerte ocurrida en 1962 proyectó sus consecuencias durante todo el resto de la dictadura del general Alfredo Stroessner y las primeras
décadas de la transición democrática. Los acusados se convertirían en los presos políticos más antiguos de una América Latina repleta de
gobiernos autoritarios. Los efectos colaterales del acontecimiento luctuoso afectarían a numerosas familias, mientras crecía la mitología
popular sobre el motivo del supuesto crimen. El caso judicial dibujó una versión oficial perforada por mentiras e incongruencias.
En democracia el juicio fue anulado y los presos indemnizados en fallos que sentaron una simbólica jurisprudencia.