Reseña

Ante la situación generada por la pandemia en 2020, los sistemas educativos continuaron, en su gran mayoría, con modalidades virtuales o híbridas. En Paraguay, las escuelas estuvieron abiertas con estrictos protocolos, mientras que la educación superior siguió virtualmente. ¿Por qué se hace tan necesario que la educación obligatoria vuelva a la normalidad?

Los países en vías de desarrollo venían realizando esfuerzos mediante sus políticas educativas para “garantizar una educación, inclusiva, equitativa y de calidad”. Los avances en esta cuestión eran cada vez mayores, pues se estaba trabajando en el acceso a la educación porque “la educación permite la movilidad socioeconómica y es clave para salir de la pobreza” (Agenda 2030). En Paraguay, además de los avances que hubo, se iniciaba un proceso de Transformación Educativa.

Sin embargo, ante la situación de la COVID-19, la transformación educativa se dio de una manera diferente a lo esperado, puesto que todo el sistema educativo migró a la virtualidad. Pronto empezaron a relucir algunas dificultades, que daban cuenta de las antiguas desigualdades y otras que emergían por la situación. Las desigualdades ya existentes son referentes, por ejemplo, a la alimentación, ya que más de 360 millones de niños dependían de los comedores escolares (Agenda 2030). Las desigualdades emergentes son la accesibilidad limitada a recursos virtuales para la continuidad educativa y un perfil docente desactualizado para el desarrollo de la educación virtual (Mereles y Canese, 2020).

Por todo, y con el fin de garantizar la educación hoy y el futuro de la ciudadanía mañana, se deben reflexionar, proponer y accionar medidas, tanto políticas como didácticas, para proteger el derecho a la educación, tal como lo propone la Coalición Mundial para la Educación de la UNESCO, razón por la cual se llevó a cabo este IV Congreso de Educación y Psicopedagogía con el lema “Construyendo el presente y el futuro sostenible desde la Educación”.