Los medios digitales y la pastoral de la comunicación
UN DESAFÍO PARA TODO CRISTIANO
Por todo lo dicho, es auspíciale y digno de felicitación que un sacerdote paraguayo haya querido profundizar en el campo de la Pastoral de la Comunicación y, más concretamente, en el rol que los medios digitales o nuevas tecnologías de la comunicación pueden y deben tener en él.
Se trata del P. Francisco Ocampos, de la arquidiócesis de Asunción, con una ya larga experiencia pastoral en el campo parroquial como también en el escolar y, lo que es más pertinente aquí, en los medios de comunicación, sobre todo radiales. Nuestra felicitación a él.
Más allá del enriquecimiento personal que este estudio profundizado pueda aportarle a su autor, lo interesante es la difusión que pueda dársele a lo que aquí está escrito y expuesto, en beneficio de todos los agentes pastorales: sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas, catequistas y laicos comprometidos en los diferentes ámbitos del trabajo eclesial en favor del Reino de Dios.
Pero tengo que ir más allá: debe ser útil este estudio a todo cristiano. En efecto, hasta la llegada de las nuevas tecnologías digitales, la comunicación era un huerto cerrado exclusivo de los profesionales de la comunicación. Había que ser periodista, de título o de oficio, para tener la oportunidad de escribir, hablar o presentar contenidos en los medios masivos tradicionales: prensa, radio y televisión. Al pueblo le estaba reservado el rol de consumidor, más o menos crítico, de los contenidos que se le ofrecían, pero escasamente podía participar, salvo a través de alguna llamada teléfonica a las radios o una carta al director de las publicaciones escritas.
He aquí que la revolución tecnológica en el mundo de las comunicaciones ha hecho posible la comunicación bidireccional, de ida y vuelta, e incluso multidireccional. Todo el mundo puede comunicar, escribir, hablar, ofrecer videos o contenidos audiovisuales, casi sin costo y con una relativa facilidad.
Médicos, ingenieros, políticos, pedagogos, artistas… no necesitan ahora de un profesional de la comunicación y de un medio costoso (y con un dueño que impone una línea editorial) para expresar y lanzar al gran público lo que llevan dentro, lo que piensan, cómo ven el mundo desde la situación en la que la vida les ha colocado. ¡Todos somos –o podemos ser– comunicadores!
Y la Pastoral de la Comunicación no puede, no debería consistir en que unos pocos agentes pastorales emitan unos pocos contenidos meramente religiosos en unos pocos medios convencionales o modernos. Todos –en cuanto cristianos– estamos llamados a ser emisores y receptores, comunicadores críticos y avisados, sobre todos los temas que son humanos y que interesan a la humanidad.
Que Cristo, el gran Comunicador de Dios y de su Reino, nos enseñe y ayude a vivir nuestra misión también en este ámbito de la comunicación.
+Cristóbal, cardenal López Romero, sdb
Rabat, 20 de agosto de 2020, fiesta de San Bernardo, enamorado de Cristo y María y gran comunicador de la Buena Noticia del Reino.