Madame Lynch. Una reina sin corona
Histórica es esta novela de Nelson Aguilera, pero sus mismos personajes elaboran una obra testimonial. El autor está presente en la reflexión, en el vuelo espiritual y en su compasión. Es así como posiciona su perspectiva en núcleos autobiográficos de las distintas voces que conformaron el entorno de la epopeya del Paraguay.
A los actores los recorta de sus retratos, de sus nombres en la historia, y los presenta vivos. Cada uno de ellos es el mismo ser humano de todo tiempo, de todo lugar, con sus alturas y sus profundidades, con sus miserias y debilidades, y también con su grandeza.
En entrecruzamiento de discursos fluctúan sus voces portadoras de emoción y pasión, que en sístole y diástole se polarizan en Elisa Lynch, un ser bello y atormentado, de presencia inmarcesible en la historia paraguaya.