Reseña

Las 58 obras recientes de Osvaldo Salerno transcurren, en su mayoría, en un tiempo cerrado, pero aun amenazante, el de la pandemia, que pone en escena de manera radical su reflexión sobre la imagen y el soporte, la apropiación y la cita, la impresión y el pliegue, la violencia y la sexualidad.
Cuando Salerno retoma al hacer compulsivo, radical, explora hasta el límite su lenguaje poético, sedimentado hasta parecer erradicar toda contingencia en un presente desencantado. Salerno rescata imágenes anteriores para reinscribirlas, convierte objetos en obra mediante el emplazamiento, anuncia el acontecimiento para poder preservarlo.
Roberto Amigo con su escritura (distante en las descripciones, cercana en las interpretaciones) convoca al lector a la mirada precisa de cada elemento y, paradójica mente, a asumir como desafío argumentar una síntesis del arte de Salerno, entre el reino de sus formas y lo real, entre su estética precisa y la pandemia, entre el flujo de la historia, la memoria y el deseo.
TICIO ESCOBAR