Igual que ayer
Al escribir Heidi nos muestra su gran capacidad de empatía, su capacidad de ponerse en situaciones y personajes ajenos a sí misma pero que despierta su sensibilidad; su posibilidad de vestir la piel de otros y transmitirnos sus vivencias desde lo profundo.
Desde esa perspectiva nos habla del amor apasionado y su adiós.
Me despido de los andamios de tus pestañas, de la voz cálida que daba vueltas en mi nuca. Me voy sin prisa pero con un nudo atorado en el pecho, ¿con qué llenar este hueco entretejido de recuerdos?
El agua hace su camino, en tus ojos, en los míos; en la piel desvelada de calles que sobrevuelan el tiempo. Hace su camino accidentado en el cuerpo, descansando sobre la tumba de cada herida, sorbiendo los demonios.
Así también nos habla del amor que traspasa los años y perdura.