Manual para la evaluación educativa: Teoría y herramientas de evaluación constructivista y humanista para el docente
La práctica evaluadora es una función de la práctica docente que revela los aciertos y oportunidades del proceso de enseñanza aprendizaje que se lleva a cabo en el aula. El diseño de la evaluación previa a todas las actividades que conllevan a la construcción de los conocimientos en el aula, constituye una importante herramienta para la reflexión de los
procesos académicos que se ejecutan en el aula, siempre y cuando los resultados que se obtengan positivos o negativos lleven al maestro a replantearse la eficiencia de la misma.
El enfoque humanista y constructivista planteado en el nuevo modelo educativo promovido por la Secretaría de Educación Pública en México, en la Nueva Escuela Mexicana, sienta sus bases en ambos enfoques, por lo tanto, se requiere de entrenamiento en la docencia para la comprensión y ejecución del modelo y herramientas para la
evaluación que se apeguen al mismo ya que durante décadas se trabajó en el enfoque por competencias.
Debido a que la evaluación es una emisión de juicios del maestro, su papel en el enfoque humanista y constructivista cobra una relevancia especial, ya que deberá revisar, señalar correcciones y calificar desde una visión formadora basada en conceptos positivos que ayuden a los alumnos a desarrollar su autoestima y autoconfianza.