Reseña

La historia se inició (aunque nunca se sabe cuál es el principio de estas cosas) en los tramos finales de marzo hasta la primera quincena de abril del 2012. Fueron dos semanas de correspondencia ininterrumpida, casi obsesiva, entre dos personas que se buscaron desde la distancia geográfica entre Paraguay y EEUU. Las misivas son casi fieles, con la desprolijidad propia de la escritura urgente e inmediata. Y hay cambios de nombres y omisiones que el recopilador consideró necesarios.
Más allá del deslumbramiento amoroso que recorre estas páginas, resaltan otros aspectos: en ese entonces no existían los teléfonos con video llamadas y la tensión recurrente entre Palestina e Israel emerge, inevitable, entre Maira y Moro, pero de modo sutil, puesto que él había regresado de una intensa experiencia en Medio Oriente y ella mantenía algunos rasgos, aunque difusos, heredados de la cultura hebraica. Por lo demás, los perfiles de ambos dejan entrever, en todo momento, un leve erotismo que fue creciendo con el correr los días.