Hacia Una Teología del Deporte
¿Es posible una Teología del deporte? Para contestar esta pregunta debemos indicar que el deporte es hoy en día, sin duda alguna, un fenómeno social de carácter universal que casi podría decirse que ha llegado a ser un artículo de primera necesidad. Esto lo confirma el variadísimo y nutrido cuadro de los diversos deportes que existen actualmente, cuya sola enumeración llenaría muchas páginas. También lo atestigua la prensa diaria y periódica que hace eco constante de las actividades deportivas, no existe periódico alguno que no dedique páginas completas a la sección de deportes. Lo mismo puede decirse de la radio, televisión y de los demás medios de comunicación social, que dedican una atención extraordinaria a la marcha de los deportes locales, nacionales e internacionales. Todo lo cual indica que nos encontramos ante un fenómeno de primer orden en la sociedad contemporánea. Dentro de una perspectiva de evangelización, ninguna clase de actividad humana puede quedar fuera de la esfera de influencia del Evangelio porque "nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco" en los corazones de los seguidores de Cristo. En ese sentido, la realidad deportiva no puede pasar desapercibida en la pastoral eclesial. La Iglesia se interesa por el deporte porque le interesa el hombre y como depositaria y dispensadora del mensaje universal de salvación para todos los hombres, tiene siempre una palabra precisa y oportuna para cada una de las circunstancias en las que el hombre despliega su actividad y, por consiguiente, también tiene una palabra iluminadora y orientadora para esta noble profesión humana del deporte.