La Vocación desde una Perspectiva Cristiana
Si tuviéramos que preguntarnos cuál es la mayor de las dichas de este mundo, muchos señalarían, sin vacilar, que es la de poder vivir de lo que uno ama y de lo que se ha soñado siempre; otros dirán que la felicidad no consiste en hacer todo lo que uno quiere, sino querer todo lo que uno hace, aunque eso signifique algún tipo de sacrificio y sufrimiento. Pero, lastimosamente, parece que son pocos los que disfrutan de la afirmación primera y no muchos los que logran alcanzar la segunda. Sin embargo, aún es más grave descubrir que un altísimo porcentaje de los hombres, y hablamos de cristianos, que creen en el Dios revelado por Jesucristo, se mueren sin llegar a descubrir cuál era su verdadera vocación y a qué estaban llamados en la vida. Esta situación existencial reclama una atención especial de la Iglesia católica en lo referente a la vocación de cada uno de sus miembros, sea para ayudar a discernir, orientar o promover las vocaciones a las que estamos llamados cada uno. Porque todos tenemos una razón de ser, un sentido, un fin y una meta que cumplir en nuestra corta existencia; nadie vino al mundo por azar, todos tenemos una vocación determinada con un fin específico que exige una respuesta de nuestra propia libertad de opción. Pero, esta vocación no nos la inventamos nosotros, ni a existe por existir, nos la da nuestro Dios "Fuente y Culmen" de todas las vocaciones. Esa es la realidad que ha impulsado este pequeño estudio sobre la vocación a partir de la doctrina cristiana.