Múrice
Cuentos vertebrados
En Múrice, el existencialismo se atraviesa como vértebras que articulan una búsqueda tan inevitable como inconclusa, explorando los sentimientos más elementales que gobiernan nuestros actos y nos marcan límites, o los desdibujan. Estos cuentos, a priori disconexos, se vinculan a través de un tenue e inquebrantable filamento que nos permite vislumbrar ciertos trazos o grabados superpuestos, como marcas de agua que se reconocen al ver con atención.
Juegan con el tiempo, siempre relativo, cohabitando realidades simultáneas; se conjugan con protagonistas que sufren, o disfrutan, de una locura que les confiere esa particular perspectiva o percepción del mundo. En otros casos, el peso de la razón, la responsabilidad y la historia, los compele a cuestionar: ¿hasta qué punto se puede disponer sobre el destino de otros? o ¿cuán importantes o significativos somos como individuos, en relación a la gigantesca conciencia colectiva que nos nuclea? No faltan el amor, la esperanza, el absurdo y esa especie de nostalgia propia de la finitud humana.