Reseña

A lo largo de estos 59 años, nuestra capilla ha sido testigo de la vida y el caminar de una comunidad que, generación tras generación, ha mantenido viva la memoria de la fe cristiana. Cada Bautismo, cada Misa celebrada, cada Oración elevada ha construido el tejido de una historia común, una historia tejida con amor, entrega y fidelidad a Cristo. Recordemos con gratitud a todos aquellos que han formado parte de esta comunidad, desde los que la fundaron hasta quienes la sostienen hoy, y sigamos siendo custodios de esta rica herencia espiritual.
Sin embargo, la labor no se detiene aquí. Como comunidad, estamos llamados a seguir extendiendo el mensaje del Evangelio, a ser luz para quienes aún no conocen a Cristo y a vivir nuestra fe de manera audaz y generosa. Los tiempos cambian, pero la misión de la Iglesia permanece: ser testigos de la resurrección de Jesús y llevar esperanza a todos los rincones. Que este aniversario sea también una oportunidad para renovar nuestro compromiso evangelizador y nuestra disposición al servicio de los demás.