La mesa está puesta
Esta novela indaga todas las facetas de la historia; se adentra en los recovecos de la historia de un país sumido en la dictadura de Stroessner, se desliza en los intersticios de la historia personal del protagonista Jaime y devela los mecanismos de la historia narrativa como construcción del lenguaje. Recordar resulta una experiencia peligrosa y catártica que no deja indemne a los personajes ni al lector. Los recuerdos desempeñan un papel protagonista, irrumpe en el discurso del narrador, imponen su temporalidad caótica en la cronología personal y se plasman en el desdoblamiento del personaje principal.