Los peninsulares y el Cabildo
La élite asuncena entre 1776 y 1810
A fines del siglo XVIII, atraídos por los efectos de las reformas borbónicas, miles de peninsulares —españoles europeos— emigraron al Nuevo Mundo y se incorporaron a las sociedades americanas en una dinámica signada unas veces por la integración, otras por la competencia y en ocasiones por el liso y llano conflicto.
¿Cómo se vivió este proceso en Asunción? ¿Cuál fue el impacto real de este influjo migratorio? ¿Cómo se relacionaron los peninsulares con la sociedad local? A partir de estas interrogantes, esta investigación de Emilio Romero Nardelli se enfoca en la composición del Cabildo de Asunción, como espacio institucional privilegiado para la defensa de los intereses de las élites criollas, entre 1776 y 1810.
Los resultados de este trabajo permiten refutar el relato según el cual el grupo de migrantes peninsulares llegados a Asunción acumuló tanto poder que logró “desplazar de las funciones capitulares al antiguo patriciado criollo”. De hecho, a través de distintas estrategias que incluyeron los vínculos matrimoniales y las alianzas económicas, los peninsulares lograron insertarse en el Cabildo —y en la sociedad asuncena— sin desplazar a las élites tradicionales, en un proceso cuyas ramificaciones económicas, políticas y sociales merecen ser estudiadas en mayor profundidad.