Reseña

El fenómeno del Primer Comando de la Capital (PCC) en
Paraguay ha trascendido las páginas de la crónica roja para
instalarse como uno de los retos complejos para la soberanía
del Estado y la cohesión social en el siglo XXI. Su expansión no
representa simplemente la llegada de una nueva “mafia”, sino
la implantación de un sistema de poder con su propia doctrina,
su estructura de gobierno y su capacidad para reconfigurar la
vida económica, social y política en los territorios que ocupa.
Frente a esta realidad, el presente libro postula una tesis
central. El PCC ha evolucionado hasta pasar de ser una
organización criminal transnacional para convertirse en un
actor de gobernanza informal. Desde las cárceles y los
territorios fronterizos, disputa al Estado paraguayo el
monopolio de la violencia, la regulación de mercados y la
imposición de normas. Por ello, esta obra sostiene que la
consolidación del PCC no puede entenderse sin analizar la
profunda sinergia que ha logrado, aprovechándose de las
debilidades estructurales del país.