 
                            A vuelo de diario
En esta obra de madurez artística, Mario Rubén Álvarez consigue algo inusual: convertir la redacción de un diario en un territorio poético. Entre cables de agencias, máquinas de escribir y la premura bullente de la noticia, afloran estos poemas en los que predomina el tono breve, preciso, reflexivo y concentradamente luminoso. El poeta metamorfosea la rutina periodística en un ejercicio de asombro: donde otros ven titulares, él descubre revelaciones; donde sus compañeros registran datos, él escucha latidos. «A vuelo de diario» es un recordatorio de que la poesía puede crecer y sobrevivir incluso en los márgenes de lo urgente.
Javier Viveros