Nocturnos
He trabajado en esta obra durante muchos años.
Mi intención fue escribir poemas cuyos versos se correspondieran con las frases musicales, el ritmo y los silencios de los Nocturnos de Chopin, logrando una unidad total entre el sonido y la palabra, sin que ellos ultrajasen la música, ni la utilizaran como apoyatura.
¿Cómo abordar una idea semejante antes de que ella se consumiera en sí misma?¿Debía bucear en los orígenes de la inspiración de Chopin o dejar que su música liberara mis propias vivencias? Lo primero no sólo hubiera sido imposible sino inauténtico, porque no se puede reproducir los pensamientos originarios de un artista sin traicionarlo o traicionarse y salvar con acierto, además, la brecha de dos épocas tan distintas como la romántica y la actual.
Ante la disyuntiva entre repetir lo irrepetible o dejar a Chopin golpear las puertas que guardan mi emoción, opté por descifrar el eco de su música en mis canteras interiores, expresando angustias existenciales mías y una concepción personal del mundo, de la vida y de la muerte.
Resultado de esa búsqueda son estos poemas que ahora publico.