Bajo la mirada de la cobra
Bajo la mirada de la cobra, es una novela en donde la apasionante y enigmática historia de la décima octava dinastía Egipcia, se funde con la ficción, en la cual dioses y mortales, reales o ficticios, nos transportarán por las arenas de la historia y el tiempo.
Transcurre el tercer año del reinado del Faraón niño, Tutankatón, quien, con sus apenas doce años, gobierna a través de sus dos regentes, el intrigante primer ministro Ay, y el generalísimo de todos los ejércitos Horemheb, quien se encuentra combatiendo en el frente contra Siria.
Los sacerdotes de Amón, poco a poco van recobrando lugar que les fuera arrebatado por Akenatón, presionado de diversas y sutiles formas, para que se vuelva a la adoración del Gran Amón, y los demás Dioses.
Este es el escenario en donde Waty, junto con personajes de la talla de Paramessu (futuro Ramsés I), el tesorero real Maya, y otros tantos, nos acompañarán en un recorrido desde Kush, en la lejana Nubia, hasta la misteriosa Men Nefer, pasando por la antigua Uaset, durante el festival Opet, donde antiguos y magníficos templos recobrarán su majestuoso esplendor, reviviendo entre sus muros, acontecimientos de esta turbulenta época de la historia egipcia.
Presenciaremos la restauración del culto a Amón, la restitución de Uaset como capital religiosa del reino y el posterior traslado de las tumbras reales de la herética Ajet Atón al valle de los reyes.
Durante estos sucesos, donde la intriga y el ansia de poder del pérfido Ay, en contraposición con los valores y patriotismo de los generales Horemheb y Paramessus, y la espiritualidad y sabiduría del Sacerdote Nether, Waty transitará por impensados lugares y situaciones, hasta que presionado por Ay, finalmente, junto con su familia, decidirá partir de las tierras del Nilo, para volver a la apacible vida de comerciantes en la Ciudad de Tiro, donde con su amigo y socio Ahiram, al servicio del gobernante de esta ciudad, viajarán a tierras desconocidas más allá de las columnas de Hércules.
Déjense llevar por las líneas de este relato, y verán que a pesar del tiempo, hay cosas que nunca cambian.