La comunión
Trascendencia y reto para la Iglesia
La "comunión" "es un concepto teológico que remite claramente a lo ontológico", es esencial en la Iglesia y es fruto de la "comunión" Trinitaria.
La Iglesia-comunidad debe tomar conciencia de la "necesidad de la comunión" y vivenciarla a través de signos concretos como son: la comunicación de bienes, sean materiales o espirituales; la identificación con Cristo-Eucaristía; el compromiso sincero de permanecer en la unidad; ; la pertenencia y la participación, de superar actitudes negativas en el seno de la comunidad --envidia, calumnia, ira, vanagloria, provocaciones, jactancia, etc. --que vician e inhiben la comunión.
Nuestra Iglesia--comunidad debe transformarse para ello en una verdadera "casa" y "escuela" de encuentro, de amor, de caridad, de solidaridad, de fraternidad y de corresponsabilidad. Sólo en este "ambiente" eclesial puede madurar el compromiso de testimoniar a Dios en todos los momentos de nuestra vida.
Asumir la " comunión" como un desafío, que debe manifestarse en nuestra vivencia diaria, procurando siempre asumir con seriedad la "pertenencia" a la Iglesia y la "participación" a través de un Plan de Acción Pastoral que corresponda a las situaciones y exigencias del Pueblo de Dios.