Mosaico
Rastros y rostros
Este poemario es casi exclusivamente sobre "la oferta de roles" que ofrece la mujer dentro de una cultura que la cosifica. Hay en el poemario algunos saltos que no le tiene a la niña o a la mujer como destinataria o sujeto, ejemplo "Che trompo arazá". Ese pequeño objeto bailador hecho con la fruta verde y dura del guayabo y que sustituye al trompo de madera fabricados en series.
Pero esa idea desaparece en cuanto asumimos que niñas y niños en su actividad lúdica no diferencia qué juego o juguetes son apropiado para una u otro salvo que intervenga el prejuicio adulto.
"Aprendizaje rápido" tampoco sugiere la imagen de mujer, pero sí, si se tiene en cuenta que en el mundo existen más mujeres pobres sin un sitio para vivir una vida digna.
Me parece pertinente incluirlo como un reclamo o una denuncia o tal vez una toma de conciencia. El poemario también secundariamente tiene ese propósito y sólo al escribir estas líneas lo descubro.
Creo que es un complemento (aunque cada texto este completo por sí mismo) en cuanto a que se refiere al mundo de la mujer creado sin el concurso de ella, por lo menos no como sujeto creador de ideas o ideales, sino como "supuesta beneficiaria" de quienes a lo largo de la historia humana ha formateado una sociedad desigual donde la mujer sigue siendo la gran perdedora. Incluyo a este poemario RASTROS Y ROSTROS, un breve ensayo que presenté como ponencia en el Encuentro Internacional de Mujeres Escritoras en San José de Río Preto (Säo Paulo) en agosto de 2015. Es sobre la figura de la mujer en la literatura o su ausencia en la historia.