Reseña

En este poemario colectivo vuelven a vivir los poemas de varios poetas que integraron el Taller de Poesía Manuel Ortiz Guerrero. Son poemas que reflejan un espíritu libre y creativo, como si tuvieran alas y ansias de viento.
El poeta chileno Vicente Huidobro ya lo afirmó, en una entrevista, en mayo de 1939: «La poesía es la suprema construcción del espíritu humano y algo así como el símbolo de todas sus facultades, de todos sus anhelos y de todas sus energías”. Todo poema es la afirmación del talento, la voluntad y el arte. Los poetas de la promoción del 80 han escrito, acaso, las mejores páginas de la literatura paraguaya. Muchos de ellos fueron distinguidos con premios literarios y menciones honoríficas. Algunos ya no están, otros seguimos firmes, publicando obras. En el momento de escribir estas líneas, mis pensamientos se dirigen al mentor del Taller, el prolífico poeta y narrador Moncho Azuaga (Premio
Nacional de Literatura 2023). Sin observar la sociedad y las injusticias
desde una indiferente montaña contemplativa, Moncho carga con realidad y denuncias su voz poética. Su totémica figura nunca pasará inadvertida. En líneas generales, los poemas reunidos en este texto, son la fiel representación de una poesía vehemente, libre de miedos y mordazas. La originalidad y la diversidad laten en sus líneas. La hostia común es el amor a la palabra.
Si el mundo cambia gracias a la poesía, este poemario arrima al mundo su esperanza y su fuerza.