Mujeres de Paraguay
“Las mujeres podemos tomar la posta de nuestras vidas, asumir un rol importante en la transformación política y social del país, para construir una Patria nueva en la que haya justicia verdadera, sin tener que padecer violencia ni discriminación. Y el machismo vaya siendo una discusión de todas y todos hasta que un día lo hagamos desaparecer”.
Esta exhortación de Dora Flecha, responsable del Frente Mujer del Partido Paraguay Pyahurâ, compendia la voluntad de un formidable colectivo de mujeres paraguayas, casi en su totalidad campesinas y trabajadoras, sujetas a los rigores de una estructura agraria latifundista opresiva, que desde hace un siglo y medio constriñe la vida nacional.
Inmersas en una ruralidad preñada de inequidades, sin demasiada conexión con otros movimientos que abordan temáticas de género, desde 2005 en adelante, arremeten audaces contra la cultura patriarcal y la opresión machista.
Conocen que no van a lograr su liberación personal hasta que no acontezcan transformaciones que hagan añicos los cimientos de la violencia cultural, política e institucional, inmanentes a la estructura social contemporánea. Pero también atisban que –en ese mientras tanto– es indispensable transformarse a sí mismas y producir cambios en el entorno cercano. Es el propósito de una peculiar campaña de autocrítica y rectificaciones en cada núcleo familiar y hacia el interior de la citada fuerza política y la Federación Nacional Campesina, en todos sus rangos orgánicos, buscando erradicar las prácticas abusivas y discriminatorias de los hombres, con un debate tan descarnado como frontal y la creación de brigadas antimachistas.
No es fortuito que el plan brote y prospere en las entrañas del PPP y la FNC. Ambas organizaciones clasistas, apreciadas por su coherencia y legitimidad programática, desde hace tres décadas marchan a la vanguardia de la lucha antiimperialista, por la reforma agraria y la defensa de la soberanía de la nación paraguaya; mostrando una vasta aptitud para sintetizar la creatividad e iniciativas de las masas oprimidas. Sólo el fervor y compromiso revolucionario que anima a las y los militantes hizo realidad esta gigantesca campaña contra la violencia y supremacía machista, sin precedentes en la región.
En este libro, Víctor Delgado –autor de Ñandekuéra– indaga sobre la originalidad. Apela al rescate de vivencias individuales y colectivas, casi sin invadir sus voces. Exprofeso, deja que las y los protagonistas narren la experiencia a través de una sucesión de anécdotas, relatos y reflexiones