Reseña

La grave crisis climática amenaza la sobrevivencia del planeta en general y de las poblaciones campesinas e indígenas recolectoras, agricultoras, o
pescadoras, en particular.
Son las poblaciones de personas que viven de estas actividades y que históricamente lo han hecho en armonía con la naturaleza, las principales víctimas de los desbordes climáticos, A este drama se añade el lobby mundial de grandes grupos de poder económico, negacionistas que monopolizan la producción y la uniformidad de los alimentos en el mundo, capaces de poner y de voltear gobiernos conforme sus intereses, quienes arrinconan cada vez más a la agricultura familiar campesina, productora de alimentos. Esto, a su vez, genera mayor vulnerabilidad de los países al depender, casi exclusivamente, de la importación de alimentos que podrían ser producidos y comercializados por los agricultores, abasteciendo el mercado interno y dinamizando las economías locales.
La producción de los alimentos propios es un tema político, ideológico y estratégico. Este es el contexto en que algunas organizaciones campesinas se juntaron para debatir el presente y el futuro de sus formas de vida, compartir experiencias y encaminar la construcción de alianzas para enfrentar al monstruo llamado crisis climática.