ParaguayParaguay
Registrarse
Detalle
ISBN 978-99967-25-80-7

Algunas mujeres...

Autor:Maricruz Méndez Vall
Editorial:Libreria Intercontinental Editora e Impresora S.A.
Materia:Mujeres (como grupo social)
Público objetivo:Jóvenes adultos
Publicado:2012-11-20
Número de edición:1
Número de páginas:322
Tamaño:220x155cm.
Precio:Gs 80.000
Encuadernación:Tapa blanda o rústica
Soporte:Impreso
Idioma:Español

Reseña

23 mujeres, 23 testimonios, 23 voces, múltiples tonalidades, y una entrevistadora que ha sido capaz de lograr un clima de confianza e intimidad para poder adentrarnos en sus vidas, en sus trayectorias, recuperando momentos dolorosos y también de felicidad y éxito.
Son historias de vida de mujeres, de ciudadanas plenas, de personas comprometidas con sus proyectos y sus sociedades, algunas mujeres... nos acerca a la complejidad de la condición de ser mujer integrada al mundo, a su época y a los cambios históricos de nuestros países del Mercosur, desde voces y experiencias vitales diversas.
Quienes hemos militado y estudiado por los derechos de las mujeres y la búsqueda de equidad entre mujeres y varones, quienes hemos luchado por las transformaciones culturales, hemos desarrollado y enriquecido -a través de la práctica- la construcción teórica que los estudios de género nos acercan. Los testimonios presentados en el libro de Maricruz Méndez Vall, permiten dimensionar las raíces de las condicionalidades de género y las diversas formas, caminos y estrategias que las mujeres vamos concretando, para ser sujetas activas en el mundo y no simplemente seres para otros, individuas reproductoras de un orden social organizado binariamente.
Desde las artes, la filosofía, la política, el activismo social, estas mujeres expresan la ruta de construcción de una ciudadanía plena. Sus historias personales muestran las rutas históricas de nuestros países del Mercosur, nos acercan al sufrimiento de nuestros pueblos en las dictaduras, las consecuencias del exilio, la desigualdad social y económica, y las múltiples dimensiones de la exclusión social: étnica racial, generacional, de clase, de orientación sexual, además de la de género que comparten.
Es interesante poder comparar las voces de nuestros pueblos, puestas de manifiesto por ellas, y constatar que hay mucho en común, mucho compartido, lo que nos permite pensar en los auténticos desafíos de la integración mercosuriana, actualmente tan desgastada y poco apreciada en la práctica política.
La lectura de los testimonios, nos permite también percibir la complejidad del ser sujetas de derechos. Convertirse en sujetas históricas - creativas y comprometidas-, les ha implicado búsquedas, exigencias e incertidumbres. La conciencia de género no está presente en todas, aunque todas reconozcan las desigualdades y las exigencias diferenciales para las mujeres. Es que las transformaciones culturales que implica la utopía de la equidad de género, recorre sinuosos caminos que no alcanzan con la experiencia vital, requiere reflexión teórica y debate político ideológico.
El feminismo y el movimiento social de mujeres, han puesto énfasis en la construcción de políticas públicas para garantizar los derechos de las mujeres y la necesidad de transformaciones sociales que sustenten una cultura de equidad.
Es evidente que se requiere que el aparato del Estado se comprometa con las políticas de igualdad que garantice oportunidades, la redistribución de los ingresos y de los recursos económicos, superando situaciones de explotación y exclusión económica en la que viven las mujeres de nuestros países.
El reconocimiento público de las restricciones que los estereotipos culturales generan en mujeres y varones, es un primer eslabón de la cadena de transformaciones culturales que deben ser lideradas y promovidas desde el Estado. El conjunto del aparato institucional, especialmente las instituciones de protección social, de justicia, de educación, de salud pública, deben impulsar igualdad de oportunidades y derechos. Pero el Estado y la política pública se legitiman y concretan en una ciudadanía activa que propone, exige reconocimientos y lucha por la ampliación de derechos.
Estas mujeres nos explican y muestran estos desafíos. Más allá de las trayectorias únicas y personales, de opciones y decisiones individuales, expresan las luchas sociales y políticas por conquistar la igualdad y la realización de la gente. Ellas se sustentan en los recursos de su infancia, de sus familias, de sus comunidades para desde allí aportar a los cambios que se proponen.
Podemos cavilar a través de muchas de ellas cómo ha sido el proceso de construcción de liderazgos, políticos y sociales, cómo el proceso de incorporarse a mundos fundamentalmente masculinos, cómo abrir canales a nuevas sensibilidades, cómo participar de la creación y el arte.
El libro es una buena muestra entonces, del difícil camino de los liderazgos femeninos. Es que las mujeres que asumen ese desafío están rompiendo con los mandatos de género y construyendo un rol que implica el uso del poder, culturalmente asociado al mundo público y reservado para los varones. La socialización de género educa a las mujeres para evitar los espacios de poder y disfrutar de los poderes derivados de las actividades familiares y sociales.
Es por esto que las mujeres líderezas son una excepción a los mandatos de género. El desempeño del rol muestra que se han vivido circunstancias que las predisponen a asumir los desafíos del liderazgo. En sus historias de vida pueden encontrarse hitos que les permitieron desarrollar habilidades para ello, disposición para aprender las destrezas de la negociación y la representación, y fortaleza para enfrentar el sufrimiento de la protagonista.
Podemos ver, que el liderazgo no es sinónimo de ejercicio autoritario ni mera satisfacción de ambiciones personales, sino que implica una capacidad de influencia en otros y en el medio para transformar y transformarse. El éxito, es éxito colectivo y satisfacción por el logro de lo esperado.
Es evidente también que para estas mujeres trasgresoras a los mandatos culturales, el ejercicio de sus liderazgos ha exigido aceptación de cambios para quienes las rodean: amigas, pareja, familia. Muchas veces logran apoyar sus trayectorias e impulsarlas, otras veces apenas las acompañan, pero en otros casos, las liderezas, deben afrontar la pérdida de vínculos afectivos o el cuestionamiento a sus opciones.
Los liderazgos de mujeres exigen también, aprendizajes para las organizaciones representadas: lo que se espera de ellas, lo que se ve y proyecta en ellas, el margen de libertad para las decisiones: cuánto de representación, cuánto de autonomía e iniciativa propia. Este vínculo de doble vía resulta central para el logro de los objetivos y el crecimiento de la organización y para la construcción del liderazgo.
Ser lidereza, ser referente pública, ser protagonista de su tiempo desde diferentes esferas del quehacer, exige el ejercicio del poder. Obliga a enfrentar contradicciones internas y externas, a tomar opciones para mantener sus ideales, a realizar búsquedas y concretar rupturas. Finalmente podemos apreciar los resultados de esos aprendizajes: diferentes formas y modelos de ser y actuar en el mundo de manera íntegra, comprometida, jugada.
Invito entonces a leer este libro, a disfrutar y pensar, y acercarnos a cada uno de nuestros países del Mercosur y palpitar con el dolor, la frustración y los éxitos, nos acerca a mujeres concretas y nos acerca a nuestra historia política.

Contáctenos:

De la Residenta nro. 820 c/ Perú / Tel. 21-204670